El ingenio que ponemos los mexicanos ante las dificultades que se presentan en nuestra vida, se ha visto reflejado a través del tiempo, un ejemplo de ello es el origen de la creación de las muñecas de cartón conocidas como "Lupitas"
En la época de la Colonia, las muñecas de porcelana, se pusieron de moda entre aquellos que tenían un alto poder adquisitivo. Para gran parte del pueblo mexicano, esas muñecas estaban fuera de su alcance, por el precio tan alto que tenían que pagar por una de ellas. Fue entonces que surgió la idea de hacer muñecas de cartón, con extremidades superiores e inferiores movibles y decoradas con colores muy alegres.
Las "Lupitas" empezaron a elaborarse de manera espontanea en los hogares mexicanos, que sustituyeron a las costosas muñecas de porcelana y logrando el principal objetivo: hacer feliz a niñas y niños.
Aun que no se conoce con exactitud la fecha o su origen con exactitud, se sabe que en Celaya, Guanajuato y Ciudad de México era donde comúnmente se podía encontrar a quienes las vendían el 6 de Enero (día de Los Reyes Magos), Semana Santa junto a los Judas y en Corpus Christi.
Estas tradicionales piezas se elaboran con papel mache y engrudo, la forma que conocemos hoy se logró a través del tiempo, ya que cada persona hacia su propio diseño. La figura se logra gracias a moldes que antes se elaboraban con cemento o barro, y lleva el mismo proceso de la cartoneria tradicional, que consiste en varias tiras de papel humedecidos con engrudo, después del secado se lija y se decora a mano de acuerdo a la creatividad de cada artesano.
A pesar de que hoy en día existen infinidad de muñecas, las Lupitas siguen siendo buscadas por mexicanos quienes las coleccionan en sus diferentes versiones, o por personas de otros países que aprecian y admiran el arte popular mexicano.
No hay que olvidar que siempre hay una gran historia detrás de las artesanias mexicanas.